El sistema fluvial integrado por los ríos Paraguay y Paraná es una vía para diversificar la matriz de transporte, fuertemente sesgada en la región al uso del camión, y ganar competitividad.
Después de varios años de estar relegada en la
agenda, una importante dosis de voluntad política parece volver a situar
a la hidrovía Paraguay-Paraná en el centro de la escena. Se trata de un
importante sistema fluvial. Por extensión, el tercero en el mundo luego
de los que se forman con los ríos Mississipi (EE.UU.) y el Volga
(Rusia). Con un recorrido total de 3442 km. desde Puerto Cáceres
(Brasil) hasta Puerto Nueva Palmira (Uruguay), atraviesa e influye sobre
los territorios de Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay y la Argentina,
por donde se extiende el 48% de su recorrido.
Por eso, la voluntad
política para dinamizar el Comité Intergubernamental de la Hidrovía
(CIH) -un órgano del Sistema del Tratado de la Cuenca del Plata, cuya
función esencial es coordinar, promover y definir acciones relativas al
funcionamiento de la misma-, es clave en este momento. El CIH en la
práctica es el órgano político que interviene en el funcionamiento del
Acuerdo de Transporte Fluvial de la hidrovía, firmado en Las Leñas el 26
de junio de 1992 por los cinco países integrantes del CIH: Argentina,
Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
El
CIH funciona a similitud de organismos regionales equivalentes como,
por caso, en el Mercosur la Secretaría Ejecutiva (SE), cuya titularidad
la ejerce la Argentina y está a cargo de un funcionario del Ministerio
de Relaciones Exteriores (quien fuera designado formalmente el 4 de
septiembre de 2015). La instalación y el funcionamiento del CIH y de la
SE fue en forma provisional desde sus orígenes, ya que no se firmó un
Acuerdo de Sede.
La utilización de la navegación fluvial en la hidrovía está hoy en foco
de los gobiernos de la región como una forma de mejorar la
infraestructura y diversificar la matriz de transporte, fuertemente
sesgada al uso del camión y, en menor medida, del tren.
Acuerdo de Sede
En ese contexto se hace más evidente aún la
necesidad de impulsar la celebración de un Acuerdo de Sede para el
organismo y avanzar en su institucionalización definitiva, en atención a
la importancia estratégica que tiene para sus cinco miembros ya que,
aún con sus diferencias de matices en función de los intereses
particulares, han colocado la cuestión en un lugar prioritario de la
agenda. Superada la etapa de aprobación, se despejará el camino para que
el CIH se constituya en forma definitiva con sede propia en la ciudad
de Buenos Aires, tal como lo estableció su Estatuto fundacional.
El
CIH (que se integra por las delegaciones que representan a sus cinco
Estados miembros) formula propuestas y coordina las políticas relativas a
la facilitación de la navegación en la hidrovía Paraguay-Paraná. Su
labor, basada en un amplio conjunto de acuerdos y normas complementarias
(que son parte de las respectivas legislaciones nacionales), abarca
aspectos técnicos y políticos para contribuir a mejorar la navegación
fluvial y el transporte en el marco de un acuerdo de vasto alcance
regional.
Es arduo sintetizar el objetivo del Acuerdo de
Transporte (que es en la práctica la materia del CIH) y de su estatuto
fundacional en pocas palabras, pero podría resumirse en: optimizar el
corredor de transporte fluvial natural (que es intervenido por el hombre
para mejorar su cauce e infraestructura) con inversiones en
mantenimiento, modernización (adaptación y redimensión) de flotas,
infraestructura portuaria y sus accesos. Velar por la seguridad en la
navegación, el menor consumo de energía y un menor deterioro del medio
ambiente apuntando a favorecer la integración y mejorar la matriz de
transporte de los cinco países. Se busca así generar un medio que sea
competitivo, seguro, con alto estándar en materia de capacitación y
formación de personal de navegación y finalmente, que sea equilibrado
(respetando las asimetrías de los países) entre el objetivo de facilitar
y agilizar la navegación, por un lado y respetar los niveles
internacionales de seguridad, al mismo tiempo.
Coordinación
Con
ese horizonte, los países integrantes del Acuerdo de Transporte
impulsan a través de sus órganos principales (el CIH apuntalado por su
Secretaría Ejecutiva y por la Comisión del Acuerdo, organismo técnico
que lleva adelante la agenda regular) el avance de las negociaciones y
la búsqueda de consensos para mejorar la utilización de la Hidrovía.
Esto
implica coordinar acciones (algunas estructurales y otras de coyuntura)
para el aprovechamiento de los recursos fluviales, tanto los propios
como los compartidos entre los países. Entre ellas, armonizar
legislaciones, regular con miras a facilitar el tránsito fluvial,
evaluar y proponer la ejecución de obras, asegurar el continuo dragado,
balizamiento y señalización, promover la capacitación y formación del
personal, coordinar acciones de las aduanas y las prefecturas
nacionales. También y no menos importante, mejorar la los estándares de
equipamiento de la flotas, entre otros objetivos.
No es un camino
fácil ni exento de dificultades políticas, presupuestarias y técnicas.
Tampoco es lógico esperar la obtención de resultados en lo inmediato,
pero sí posible trabajar en forma coordinada con una agenda permanente,
realista, creíble y con plazos a cumplir. De hecho es lo que está
ocurriendo entre los países cuyas delegaciones están dotadas de
profesionalismo e idoneidad y del inequívoco interés de los gobiernos en
el tema. Esperemos seguir con el mismo ímpetu en lo que resta del año y
en los próximos.
El autor es embajador, secretario ejecutivo del Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH)
Dragado y balizamiento
Las herramientas para incrementar el volumen transportado.
El crecimiento del volumen transportado a través de la hidrovía
Paraguay-Paraná ha sido muy significativo gracias al dragado y
balizamiento, y a las obras en curso en puertos y accesos.
Según
las estimaciones, en la actualidad se transportan alrededor de 18
millones de toneladas año de cargas (de acuerdo con información de la
publicación elaborada por Alfredo Sesé y Julio Calzada, de la Bolsa de
Comercio de Rosario, "Hidrovía Paraná-Paraguay. El tramo barcacero desde
Santa Fe al Norte podría estar movilizando cerca de 18 millones de
toneladas de cargas en el año").
La vía navegable es utilizada
para transportar graneles sólidos (soja y sus subproductos, trigo,
mineral de hierro y manganeso, clinker, materiales calcáreos, cemento) y
líquidos (petróleo y sus derivados, gas, aceites).
El recorrido
de muchos de esos productos aglutina el tráfico entre los puertos del
sudoeste brasileño, del oeste boliviano y de Paraguay con puertos de la
Argentina y Uruguay.
Hay tráfico que concluye y se genera en la propia región y también se realizan trasbordos para puertos de todo el mundo.
El
medio de transporte típico de la hidrovía son las barcazas, llamadas
convoyes o "trenes de empuje", que son formaciones de escaso calado,
propulsadas por un remolcador de empuje (cada una de las barcazas carga
lo mismo que sesenta camiones) y tienen una capacidad de carga de
aproximadamente 1500 toneladas.
Los convoyes circulan en su
mayoría con una formación de 20 barcazas (5 en línea por 4 de ancho).
Suelen tener casi 300 metros de largo por algo más de 40 de ancho, que
navegan a lo largo del curso fluvial todo el año. O sea que un convoy de
esas características puede transportar la carga equivalente de 1200
camiones.
La reseña de los párrafos anteriores corrobora que es
prioritario promover en el corto plazo acciones para consolidar la
presencia institucional de la hidrovía Paraguay-Paraná en la región.
Para
ello se debe firmar el Acuerdo de Sede y así avanzar para que el
organismo intergubernamental se constituya de conformidad con los
objetivos planteados en sus Tratados y Acuerdos fundacionales.
Estos últimos brindan el espacio adecuado para terminar de construir un organismo que esté a la altura de sus desafíos.
La
institucionalización será una valiosa decisión y oportunidad tanto para
la Argentina (por hospedar su sede en forma permanente) así como para
los demás integrantes del Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH)
a fin de avanzar en la formulación de políticas permanentes para
desarrollar una mejor infraestructura de transporte regional.
Fuente: Lanacion.com.ar
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