martes, 15 de noviembre de 2016

Factoreo internacional: ventajas y desventajas del servicio de pago

La herramienta nació como una alternativapara disminuir el riesgo en el comercio.

Uno de los mayores miedos de los productores a la hora de exportar es la incertidumbre de no saber si el comprador que está del otro lado de la frontera es confiable o no. Esa inquietud también se ve incrementada cuando las transacciones son a través de cuenta abierta, es decir, el vendedor envía la mercadería y acarrea con los costos de operación antes que el pago por los productos se haga efectivo. Para enfrentar estos riesgos, algunos financistas recomiendan utilizar la herramienta de factoreo, que actúa como aseguradora y además adelanta el pago de la mayor parte de la factura al productor.
Según Peter Mulroy, secretario general de Factors Chain International (FCI), la organización que nuclea a empresas de factoreo, la utilización de esta forma de hace transacciones se duplicó en los últimos siete años. "Tanto los bancos como los gobiernos comenzaron a incentivar la utilización del servicio ya que disminuye los riesgos del comercio internacional", dice.
El factoreo se duplicó en los últimos siete años
El factoreo se duplicó en los últimos siete años. Foto: Reuters / Aly Song
El factoreo tiene tres utilidades, según explica Marina Azzara, líder de Factoring Internacional del banco Supervielle, única entidad en el país que ofrece la prestación: "Primero es la cobertura crediticia que puede ser asimilado a un seguro. Después, es una administrador de facturas: no hay otro producto de cuenta abierta que provea el trámite de cobro. Y la tercera es el pago por adelantado que se le hace al exportador, que además se le da los fondos sobre una base no registrada, eso significa que no afecta las líneas de crédito que tiene con el banco", comenta.
La empresa de factoreo, o el banco que provee el servicio, cobra una comisión por la transacción que es determinada por los riesgos de operación: cantidad de volumen exportado, si el total de la facturación depende una venta grande o de múltiples clientes, y si el comprador es fiable o hay mucha desinformación alrededor de él, entre otras. Además, el exportador debe pagar la tasa de interés por el préstamo que hace la entidad al liquidar la mayor parte de la factura antes de la fecha de pago.
"Se cobra una comisión por todas las operaciones administrativa y por el seguro de cobertura, más la tasa de interés, ya que estamos prestando dinero con esta herramienta. Pero en general las tasas son similares a lo que cobran las aseguradoras premium, teniendo en cuenta que en este caso estamos ofreciendo tres productos en uno", agrega Azzara.

Tiempo es dinero

Cuando una pequeña y mediana empresa recién comienza a exportar, por lo general, los márgenes de rentabilidad son acotados y la pyme necesita liquidez para pagar a sus proveedores. Un de las ventaja de hacer factoreo, según los especialista, es la posibilidad de acceder al dinero antes de los 90 días que significa la fecha de pago de los compradores. "El importador por lo general quiere tener el producto en la góndola antes de pagarle al proveedor, y el exportador muchas veces necesita el dinero rápido. El factoreo en esos casos funciona como una solución que adelante el pago al vendedor, pero que al mismo tiempo cumple con el plazo para exigir el pago al comprador", dice Mulroy.
Asimismo, según explica, como tiempo es dinero, el proceso de análisis de información y aprobación por parte del factoreo no dura más de diez días. "Lo que tarda en corroborarse es sólo al comienzo; una vez que la entidad ya conoce al cliente y a sus compradores, es cuando comienza a darse todo más fluido. Es por eso también que las empresas alrededor del mundo están más tiempo con una factoría que con el banco, porque estamos más metidos en sus negocios, dándoles liquidez y tomando los recibos", señala.
Si bien, a medida que se suceden las transacciones el exportador comienza a confiar en su comprador y el riesgo de incertidumbre por el pago disminuye, los especialistas en factoreo aseguran que no hay que fiarse en un mundo tan dinámico: "Lo que aprendimos en estos últimos años es que todo está cambiando muy rápido, entonces alguien que era muy sólido cinco días atrás puede ser muy débil en un mes. Hay que tener cuidado", dice Alberto Wyderka, director de FCI para América latina
El factoreo se expandió en 1800 en los Estados Unidos cuando comenzó a desarrollarse el comercio de algodón y había falta de información de los clientes. Si bien hoy en día, con el acceso a Internet y la facilidad de comunicación, pareciera ser más fácil investigar al cliente, aún los financistas sostienen que no es del todo seguro. "Es lógico pensar que uno sabe todo del otro porque lo buscó en la web, pero uno sabe todo con respecto al área comercial: quién es, qué vende y a quién le vende. Pero lo que es interno, si son fuertes, si son deudores, si pueden pagar la compra que ordenaron y si son elegibles para tomar crédito, desafortunadamente no lo sabemos", argumenta Wyderka.

Fuente: Lanacion.com.ar

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nuestro Servicio Multimodal