El gigante busca un equilibrio diferente entreel consumo interno y la inversión; cómo potenciarla relación con la región en el nuevo escenario.
Recientemente visité China con el objetivo de
explorar vías de acercamiento y cooperación con el gigante asiático en
proyectos de desarrollo que nuestro banco de desarrollo subregional
podría poner en práctica. Me reuní con el presidente del Bank of China
International Group, Cao Yuanzheng, y el gobernador de Harbin, capital
de la provincia de Heilongjiang, Sun Yao, entre otras autoridades y
líderes empresariales.
Para
quienes como nosotros trabajamos en iniciativas que se implementan en
países o provincias de la Cuenca del Plata, que pueden ser comparables
-en las dimensiones chinas- a un pequeño municipio, observar de cerca la
monumental transformación socioeconómica que tiene lugar hoy, es una
lección en economía política. En la búsqueda de mantener una posición de
liderazgo a nivel global, China se planteó mantener un nivel de
crecimiento de alrededor de 6 o 7% anual, claramente por debajo de los
históricos niveles de 9 o 10% en décadas pasadas.
Profundizar el
modelo de economía social de mercado significa, en China, aplicar una
regulación flexible que no obstruya el dinamismo de las fuerzas del
mercado y al mismo tiempo permita un nivel de planificación que para un
país de sus dimensiones parece inevitable.
La
nueva normalidad china busca un equilibrio diferente entre el consumo
interno y la inversión, intentando la consolidación de una clase media
en las ciudades, todo en el marco de una reconversión de la economía
dirigida cada vez más a la priorización de las áreas de conocimiento y
de tecnología de avanzada.
Si bien la expansión de la importación
de materias primas minerales y agrícolas de América latina por parte de
China se frenó, si la comparamos con los niveles de la década pasada,
mantiene aún límites aceptables, pero inevitablemente impactó de forma
negativa en la demanda global y los precios, generando un impacto
negativo en el crecimiento regional.
China
es a todas luces un socio comercial privilegiado de la Argentina,
Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay, todos miembros de Fonplata (Fondo
Financiero para el desarrollo de la Cuenca del Plata).
La nueva
normalidad china conlleva entonces un ajuste del modelo tradicional de
exportación de nuestras commodities y abre oportunidades en el terreno
de la inversión china en grandes proyectos de desarrollo y en
asociaciones público-privadas.
Lo que ha sido una perdida en el
sector de la importación de materias primas puede transformarse en una
oportunidad, siempre y cuando que estemos decididos y nos preparemos
para ello (ver recuadro).
Es tiempo de una relación más madura, más profunda estructuralmente y cuyos beneficios se extiendan a todos.
El autor es presidente ejecutivo de Fonplata
Saldar deudas
Según
un reciente estudio de la Comisión Económica para América Latina de las
Naciones Unidas (Cepal), América Latina es una región prioritaria para
la inversión china y ello se mantiene así, aunque la modalidad de las
inversiones pueda ir cambiando.
Por otro lado, lo que puede ser
una pérdida en el sector de importación de materias primas, puede
transformarse en una oportunidad, pero para aprovechar las nuevas
tendencias, la región debe inevitablemente mejorar sus capacidades en
educación, innovación tecnológica y por ende en productividad.
En 2030, 220 millones de chinos habrán concluido la educación terciaria, más del doble que la cifra latinoamericana.
Hoy
China está interesada en la búsqueda, más allá de las inversiones
tradicionales en infraestructura, de oportunidades de asociación en
áreas y sectores donde existan reales posibilidades de ingresar a las
cadenas globales de valor. El sector agrícola inteligente podría ser uno
de ellos.
Por otro lado y tras la primera cumbre entre China y
los países de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe
(Celac) del pasado año, se fijaron pautas ambiciosas que establecen la
meta de US$250.000 millones de inversión china en los próximos diez
años.
En este contexto, las plataformas regionales y
subregionales, incluyendo a Fonplata, podrían representar un puente para
la puesta en práctica de ambiciosos proyectos de asociación con China.
Más allá de los acuerdos bilaterales con países individuales, percibimos
en nuestros intercambios en China que hay un gran potencial de trabajo
conjunto con plataformas integradas.
Fuente: lanacion.com.ar
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