martes, 27 de septiembre de 2016

Entre las urgencias y el optimismo

La tradicional reunión anual del sector fue escenario de elogios para la nueva administración, promesas de funcionarios, crudos diagnósticos y proyecciones esperanzadoras.

                                 


Derroche de elogios pero con cuenta regresiva incluida. Los exportadores reconocen que en 9 meses de gestión el Gobierno logró parir cambios importantes, pero también que la tarea pendiente es mucha, compleja, y el tiempo apremia. Desde el nombre de la edición 2016 elegido para el tradicional encuentro que cada año organiza la Cámara de Exportadores -"Los nuevos desafíos"- hasta los integrantes de los diferentes paneles y el contenido de las exposiciones reflejaron el "cambio de clima" del que todos hablaban (unos de manera pública; otros, en los comentarios informales durante las pausas).
Después de varios años de ausentismo, hubo expositores del Gobierno. En orden de aparición: Marisa Bircher, Secretaria de Mercados Agroindustriales del Ministerio de Agroindustria; Miguel Braun, secretario de Comercio; María Cristina Boldorini, secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería; y Alberto Abad, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Ausentes con aviso (figuraban en el programa final) por estar en la asamblea general de Naciones Unidas: el presidente Mauricio Macri y el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay.
Como anfitrión, Enrique Mantilla, presidente de la CERA, inauguró la jornada. Y para que no quedaran dudas, sus primeras palabras
Estuvieron dedicadas a enumerar las "buenas noticias" con las que comenzó 2016:
Los argentinos decidimos realizar un cambio profundo de políticas antes de que estallara una crisis y no después.
Se revirtieron las expectativas. Hasta hace poco, sólo se deseaba estar mejor en el presente porque la perspectiva del futuro era sombría. Hoy se empieza a confiar en un futuro mejor.
Se saneó el Indec después de años de adulteración de las estadísticas públicas. Esto permite que se presente un presupuesto fiscal nacional real y no ficticio. Entonces, es creíble que el crecimiento del PBI para 2017 sea el mayor de los últimos seis años, es decir de 3,5%.
Se produjo un cambio en las reglas de juego que ya impactó el dinamismo agroindustrial. Se está produciendo un fuerte proceso inversor en el sector.
Se normalizaron las relaciones políticas y financieras internacionales buscando una integración inteligente con el mundo.
La detallada enumeración de las respuestas del "gobierno anterior" explicando, por caso, cómo la política energética "creó una crisis estructural" o diciendo que la "alianza estratégica integral con China" fue "desequilibrada, aprobada con poco estudio y menos repaso", contrastó con "el giro estratégico" de la administración Macri para "construir calidad institucional, teniendo en claro que el Estado debe ser competente y debe exigirse así mismo calificación".
Y fue entonces cuando llegaron los "peros":
La situación es compleja. Entre 1980 y 2015 la tasa de crecimiento promedio del PBI per cápita fue sólo del 0,7%.
Hay que enfrentar una crisis de productividad y también la profunda brecha social con más de 30% de pobreza y 35% de empleo informal urbano.
El Mercosur está en una severa crisis y la dinámica del comercio internacional está amesetada en un nivel bajo.
Se pronostica para nuestro país un déficit comercial de US$10.000 millones para los próximos tres años y hay que superar la crisis energética.
Mantilla se refirió después a las propuestas que la CERA presentó para afrontar las diferentes problemáticas y concluyó: "No basta desear un futuro, hay que hacerlo posible. Hay un intenso trabajo para organizar las prioridades, tener un buen planeamiento y lograr consensos para asegurar una implementación exitosa", dijo. De inmediato, hizo un cierre con sabor a advertencia: "La variable tiempo es clave, especialmente si este año se ha dicho no a la mediocridad".
Bircher habló sobre el alto costo que tuvo para los exportadores la última década.
"Nada de lo que nos está pasando nos sorprende. Sabíamos que este sería un año extremadamente difícil, pero también sabíamos el alto compromiso que estábamos asumiendo. Nuestros exportadores se vieron perjudicados en los últimos años en todos los sentidos: tenemos una fuerte concentración de productos, de destinos y de exportadores. Pero este es un Gobierno que trabajará con todos, con las grandes empresas -ojalá tuviéramos más Arcor, más AGD, más Grobo-, muchas más empresas que siguen apostando a este país, generando empleo, innovando. Pero también trabajaremos, principalmente, con las empresas PYME, a las que les cuesta mucho más la exportación", explicó.
La funcionaria dejó en claro que el Gobierno ve el comercio de ida y vuelta ("para ser grandes exportadores también tenemos que comprarle al mundo") pero que esta administración es "cuidadosa, controlará y acompañará".
"El Mercosur es una prioridad, así como nuestro primer socio comercial que es Brasil, pero también tenemos una agenda bilateral dinamizada. Desde el Ministerio de Agroindustria en estos 9 meses hemos trabajado con más de 50 países", contó.
Bircher puso el foco en un tema que estuvo presente en todas las exposiciones: competitividad. "El tema es lo que hoy afecta el transporte logístico, a las exportaciones, la presión fiscal, y la burocracia en el comercio exterior. El Gobierno tomó nota y estamos trabajando en eso", dijo antes se citar como ejemplo la implementación de una ventanilla única de comercio exterior.
"La Argentina necesita reinsertarse en el mundo rápidamente. El tiempo es lo que nos apremia. Y las negociaciones internacionales llevan tiempo", admitió, pero dijo que cambiaron el esquema de negociación: "Consultamos al sector privado, la agenda es conjunta y tomamos la posición de cada sector para que cuando nuestros funcionarios vayan a negociar tengamos la palabra de ustedes sobre la mesa".
Gastón Pérez Izquierdo, vicepresidente de CERA, fue el encargado de presentar a Braun. "Respecto de 2015 vemos con buenos ojos cómo se ha ido desarticulando el comercio administrado que tanto daño le venía haciendo a la economía. ¿Cómo continuará esta situación?", le preguntó al secretario de Comercio.
"Nuestro destino está en ser un país exportador, que cada vez más empresas se conviertan en exportadoras, porque el tamaño del mercado mundial es de 7000 millones de personas y el nuestro es de apenas 40 millones. Las oportunidades son fenomenales y hacia ahí tenemos que orientarnos", dijo Braun.
El funcionario explicó que uno de los objetivos principales es "generar una ola de inversiones que genere mayor productividad y competitividad, lo que permitirá generar más y mejor empleo".
"Acordamos con la CERA lo importante que sería poner en marcha un Plan Nacional de Exportaciones para coordinar las acciones del Gobierno y del sector privado. Y estamos trabajando en eso. Hay ciertos elementos clave. Una faceta son las negociaciones económicas internacionales que llevamos adelante con la Cancillería y que apuntan a que la Argentina que hoy tiene acuerdos comerciales con menos del 10% del PBI junto con Brasil y sus socios del Mercosur, aumente fuertemente el acceso a los mercados. Esa es una pata clave de cualquier estrategia exportadora", comentó.
Pero algunos minutos después intentó llevar tranquilidad a quienes temen por una apertura indiscriminada. "Estos acuerdos también traen riesgos, el mundo no sólo es oportunidades y somos muy conscientes de eso. Entendemos que tenemos que ir hacia esos acuerdos de manera gradual. Nuestra estrategia no implica una apertura indiscriminada, es una apertura estratégica, paulatina, inteligente y con acompañamiento de las políticas públicas", enfatizó.
Para concluir, en lo que parecía un discurso de campaña, aseguró: "Estamos trabajando en el plan de infraestructura más ambicioso de la historia argentina, que bajará los costos logísticos, y en una reforma tributaria que tendrá que ser gradual porque hoy tenemos un déficit fiscal muy elevado. También en revisar el sistema de reintegros a las exportaciones".
La embajadora Boldorini habló sobre cómo trabaja la Cancillería para hacer que la política exterior se constituya en una herramienta más para generar empleo. "Estamos dedicados 100% a promover productos y servicios en todos los mercados del mundo y atraer más inversiones", dijo.
Además de muchos números y proyecciones (ver "Algunas claves"), durante su exposición, Dante Sica incluyó diagnósticos y propuestas para los principales desafíos del sector.
El director de la consultora Abeceb fue contundente: "Es clave reconocer que exportar, más que una estrategia, es una necesidad".
El ánimo definitivamente fue muy distinto al de años anteriores. En la edición 2016 del encuentro de los exportadores abundó el optimismo. La cita del año próximo confirmará si las expectativas eran correctas.

No va en tren

"Avanzar en materia de infraestructura permitirá reducir significativamente los costos que enfrenta el exportador", sentenció Dante Sica, director de la consultora Abeceb. Y luego, para reforzar sus dichos, apeló a ejemplos concretos.
Sica habló de "casos testigos". Primero explicó que mientras en 2003 el 5,9 por ciento de la mercadería argentina era transportada en tren, en 2013 esa cifra cayó a 3,1%. Además, contó que entre 2006 y 2014 la cantidad de vehículos en circulación aumentó 40% mientras que en el mismo período la red vial sólo creció 6 por ciento. Otro de los puntos que destacó como "clave" en la agenda pública para mejorar la competitividad sistémica tiene que ver con lograr una mejora en la calidad y precio de la energía. "Partimos de niveles muy rezagados. Se requiere especialmente trabajar en temas como infraestructura (reducción de costos de producción y logísticos), innovación (elevar la calificación de los recursos humanos) e institucionalidad (un marco regulatorio amigable con los negocios)", dijo Sica.

Claves

Superación
Dante Sica dijo que la Argentina está frente a la oportunidad de cambiar su historia de crecimiento magro y volátil.
Ranking
Hoy el país ocupa la posición 59 en términos de PBI per capita; a mediados del siglo XX era el 19°.
Importaciones
Si el PBI creciera 3,4% promedio anual entre 2017 y 2020, las importaciones tendrían que crecer a un promedio anual de 10,2% (serían US$ 86.400 millones en 2020)
PBI
Según las proyecciones de Abeceb, este año caerá 1,5% y crecerá 3,5% en los tres años posteriores.
Consumo
En 2016 caerá 0,9%, pero aumentará 3,5%, 3,6% y 3,7% en 2017, 2018 y 2019, respectivamente.
Inversión
Los números que presentó Sica indican que en 2016 caerá 3,5% pero se recuperaría fuertemente en 2017 (14,4%). En 2018 crecería 9,5% y en 2019, 7,6 por ciento.
Exportaciones
Este año crecerían 2,7%, pero la tendencia se acentuaría en los próximos años: 10,2% en 2017; 7,2% en 2018, y 7,3% en 2019.

Fuente: LAnacion.com

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