Cuáles son las principales tendencias que registran las terminales en América latina: de la visión estratégica a las acciones tácticas; anticiparse a la demanda de la economía, pieza clave para no transformarse en cuello de botella del crecimiento.
Sacar la cabeza de los problemas locales y centrar la
atención en cómo analizan su presente y planifican su futuro los
puertos de América latina resulta clave. Encuentros como el Latin
America Ports Forum, que hace algunos días reunió a los principales
puertos latinoamericanos, es clave para conocer las principales
tendencias, tanto en la visión estratégica como en las acciones
tácticas, que están impulsando los líderes de la gestión portuaria para
mantener y/o acrecentar su participación en el mercado.
Hay
una opinión mayoritaria respecto de que el mercado portuario está
neutro o con tendencia negativa -y datos de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal) así lo ratifican-, y también que los
puertos se deben anticiparse a los probables cambios de la demanda. Por
eso es importante estar en sintonía con los planes de desarrollo de las
economías a las cuales sirven, anticipándose a sus cambios positivos
para no transformarse en los cuellos de botella que bloqueen su
concreción. Aunque de la misma forma expresan que a la hora de invertir,
los planes de desarrollo deben analizarse con cuidado, eliminando
subjetividades y falsas expectativas, ya que acompañar a un plan errado
es "planificar el fracaso"
Impacta constatar la absoluta
coincidencia a la hora de considerar que la evolución del transporte
marítimo está obligando al negocio portuario a transformarse en
verdaderas empresas logísticas, donde si bien la actividad portuaria es
una de las de las actividades centrales, debe sumarse la mayor cantidad
posible en acciones empresarias que garanticen la conectividad del
puerto con su hinterland y simultáneamente desarrollar en sus espacios servicios que puedan agregar valor a sus actuales operaciones en los muelles.
El caso Tecplata
Al
respecto, Julián Palacio, director ejecutivo de Latinports, sentenció
que los puertos con baja o nula conectividad están destinados al
fracaso, como pasó con el puerto La Unión, inaugurado en 2010 en El
Salvador, o la terminal Tecplata, concluida en 2013 en La Plata,
Argentina (ambos sin entrar en operaciones). Parafraseando a un colega
brasileño, a esos ejemplos se los denomina los "favela ports".
Por
el contrario, puede citarse el ejemplo el exitoso Puerto de Cartagena,
que viene creciendo sostenidamente en los últimos años y que hoy mueve
más de 2,5 millones de TEU.
Giovanni Benedetti, director comercial de esa terminal, entiende que izar contenedores es similar a operar con una commodity
a la que, para perdurar, debe agregársele valor. Por eso a la excelente
conectividad náutica que tiene, están sumando una fuerte actividad
logística que sirva para consolidar su liderazgo y para ello basan sus
acciones futuras, en el desarrollo de una fuerte zona franca que
alimente sus ventajas competitivas, y obras de infraestructura como la
construcción de un eje carretero entre la zona industrial de Medellín y
el golfo de Urabá.
Además, la fortaleza del mercado colombiano
queda evidenciada con la puesta en marcha a fin de este año de la
inversión realizada en Buenaventura por una no común asociación,
conformada por dos operadores internacionales: PSA e Ictsi.
Sumando
su esfuerzo las dos empresas planean inaugurar a fin de año una
terminal portuaria denominada "Puerto Industrial Agua Dulce", que
pretende mover cuando alcance el pleno funcionamiento, un millón de TEU
anuales. En este desarrollo la oferta de espacio industrial y logístico
es tan importante como la de sus propios muelles, tal como el nombre del
puerto lo insinúa.
Amortiguar la crisis
Así como se ve la
predisposición de otrora operadores de terminales competidores a
desarrollar proyectos conjuntos, muchas autoridades portuarias analizan
con cautela una de las tendencias que los grandes armadores están
implementando para amortiguar la crisis de su sector. Específicamente se
preocupan por los ejemplos que se están materializando en la unión o
compra de terminales portuarias por parte de navieras internacionales,
tal el caso de Cosco con Hutchinson o de MSC con PSA.
Otro factor
desencadenante de que existan proyectos de inversión en Latinoamérica,
tanto en carpeta, como en ejecución, por más de US$ 20.000 millones,
según la opinión de Raúl Ferro, director ejecutivo del Foro
Latinoamericano de Puertos, es la propia ampliación del Canal de Panamá,
al permitir ahora el paso de naves mucho más grandes. Esto llevó a
algunos puertos a prepararse en su carrera por recibirlos y convertirse
en puertos concentradores regionales, proyectando la profundización de
los canales de acceso y de los sitios de atraque, y la adecuación de sus
muelles y equipamiento de carga y descarga.
La ampliación del
Canal también disparará la actividad de transbordo en la zona de Panamá,
Colombia y el Caribe. No sólo se trata de la carga que se distribuirá
entre otros puertos de América latina y el Caribe, sino de carga
destinada a los puertos del Golfo y del este de Estados Unidos que no
están preparados para recibir las nuevas naves.
Por esta razón y
destacándolo como otro ejemplo de desarrollo logístico portuario
conjunto, es la cantidad de proyectos que están naciendo asociados a la
ampliación del Canal de Panamá. Según su director de Planificación,
Oscar Bazán, junto con la planificación de la infraestructura de las
nuevas esclusas del Canal se confeccionó un plan comercial y un estudio
adecuado de los espacios disponibles para el desarrollo industrial con
actividades que hagan sinergia con la portuaria: parques logísticos,
zonas de libre comercio, astilleros, poliductos y operaciones top-off
figuran en sus planes inmediatos.
Coincidente con el diagnóstico
planteado, Octavio Doerr, especialista portuario de la Cepal afirma que
ya se está consolidando la transformación de las principales terminales
portuarias a centros logísticos integrados. Los operadores hoy deben
mejorar los servicios interiores, los procesos industriales
incorporados, deben incrementar la productividad y la competitividad,
que no es más que la agilidad y la eficiencia de los diferentes
eslabones que utiliza el comercio internacional en un corredor
logístico. Según el experto, la Cepal estima que la capacidad operativa
de América latina pasará de 80 millones de TEU a 110 millones en 2020,
aunque se estima que la tasa de utilización de las terminales sólo suba
del 44% actual a 53% para ese año.
Zonas francas
Otro
aporte destacado fue el de Martín Ibarra, presidente honorario de la
Asociación de Zonas Francas de las Américas. Según su opinión, el
desarrollo de nuevas zonas francas y/o zonas especiales para el
tratamiento fiscal de las mercaderías es exponencial.
Hoy hay más
de 3500 zonas francas en 135 países, que ayudan a su desarrollo
industrial y logístico mejorando su competitividad. Por eso afirma que
es conveniente estar atentos a los cambios de mercado que se avecinan,
citando como ejemplo que un teléfono celular que se comercializa como de
origen chino, en realidad hoy sólo tiene 17% de fabricación en ese
país. Por lo tanto cambiar su localización industrial actualmente es
mucho más sencillo para las empresas del mundo.
Destacó que, a su
entender, México podría reemplazar a China en estos mercados en el
mediano plazo, y siendo más optimista estimó que si América latina
mejora sus costos logísticos, estará potencialmente preparada para
crecer.
Finalmente, en el espacio concedido a la Argentina, pude
exponer como excelente ejemplo de productividad la experiencia vivida en
la década pasada en el desarrollo del polo sojero con más de 18
terminales portuarias dedicadas y la inmensa posibilidad de crecer en el
uso de la hidrovía Paraná-Paraguay con la carga nacional y de los
países involucrados en el ducto fluvial más importante de América
latina.
Lo que fue imposible disimular es la realidad que vive
nuestro país con la caída del comercio exterior y mucho más, la ausencia
de planificación portuaria que pueda atender su recuperación, salvo las
afirmaciones de la Intervención de la AGP en cuanto a que se avanzará
para tener nuevos consignatarios en 2019 en el Puerto de Buenos Aires.
Sobre
el final me animé a comentar la opinión de varios actores del sector
-entre los que me incluyo- respecto de la necesidad de iniciar los
estudios de factibilidad de un puerto de aguas profundas multipropósito,
capacitado para competir en el mercado de la cuenca del Plata.
Fuente: LaNacion.com.ar
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