La flamante presidenta del Consejo Federal de Zonas Francas dice que buscan que esos espacios sean verdaderamente productivos; la evolución en el mundo.
Las 11 zonas francas operativas de la Argentina
decidieron poner en práctica lo que reza el viejo dicho: la unión hace
la fuerza. Hace algunos días se presentó formalmente el Consejo Federal
de Zonas Francas Argentinas. "Nos dimos cuenta de que compartíamos un
objetivo común, que es la posibilidad de reflotar a nivel de gobierno
nacional la política para el sector y trabajar sobre eso", dice Graciela
Corvalán, secretaria de Estado de San Luis Logística, y presidenta del
Consejo. El diagnóstico (y la preocupación) de Corvalán tiene un costado
cuantitativo y otro cualitativo: "Si se analiza la totalidad de las
zonas francas aprobadas por el gobierno en los 90 y las que hoy están
operativas? y además se mira dentro de esas zonas francas quiénes
verdaderamente están trabajando y generando, cada vez nos quedamos con
menos zonas francas exitosas".
El régimen genera resquemor, ¿es por falta de conocimiento o por el mal uso que se hizo del mismo en ciertos casos?
-Creo
que se mezcla un poco de cada cosa, pero fundamentalmente tiene que ver
con una falta de definición de los gobiernos nacionales en relación a
esta política específica que es el tratamiento de las zonas francas. Hoy
operan bajo la legislación nacional, la ley 24.331 de la década del
?90, que es una ley incompleta y que con la evolución de las zonas
francas en el mundo -absolutamente todas exitosas- quedamos atrás en
materia de legislación y con eso con las múltiples posibilidades para
desarrollar que tiene un territorio declarado zona franca. Esto tiene
que ver con la falta de una política nacional en la materia, a punto tal
que desde la década del ?90 hasta hoy no existe en el organigrama del
PE un área a nivel subdirección, dirección, secretaría y ni qué hablar
de ministerio. Hay un empleado de la administración pública -que todos
conocemos-, con buena voluntad, que es quien nos responde las dudas que
se puedan suscitar.
¿De quién depende ese funcionario hoy?
-Hoy, del Ministerio de la Producción.
¿Por qué dice que la ley es incompleta? ¿Cómo se define hoy una zona franca?
-Es
un territorio diferente del nacional desde el punto de vista de sus
operaciones comerciales y productivas y todo lo que se genera dentro de
ese territorio es considerado como fuera del país en cuestión.
¿Tiene que ver con la parte impositiva?
-Sí,
con lo que se puede considerar una importación o exportación. Ahí
empiezan a jugar temas como derechos de exportación, pago de aranceles
por importación. La zona franca es un instrumento más de política
económica que tiene mucho efecto en lugares alejados de los centros de
consumo o de los grandes centros de producción precisamente porque esta
diferenciación permite la generación de empleo a partir de inversión que
se hace por lo general en el interior, como el caso de Iquique, en
Chile, y Manaos, en Brasil.
Las provincias de la Argentina lo
vimos en su momento -y lo seguimos viendo- como una herramienta que
posibilita un polo productivo y de generación de nuevos empleos que en
el interior y en las economías regionales, es sumamente útil. La ley
nacional tiene definiciones muy básicas y entonces cualquier política
económica del gobierno de turno puede generar acciones que dejan de lado
los conceptos de la ley y empieza a tener un impacto sobre la
posibilidad cierta de operar en una zona franca la medida de un
funcionario del Ministerio de Economía, ya sea de comercio exterior o de
aduana. Y eso genera una inestabilidad muy grande en materia de las
reglas de juego cuando uno decide entrar con una inversión en una zona
franca.
¿Por ejemplo?
-Es claro el caso de La Pampa,
una de las zonas francas -la única en la Argentina-, que tiene la
posibilidad de generar procesos productivos dentro de su territorio y
que en el gobierno anterior, con su política para la exportación de
carne, vio cómo un frigorífico tuvo que cerrar sus puertas dentro de la
zona franca. Esta falta de decisión en relación a cuál es la política y
si verdaderamente se continuará con las zonas francas, es lo que tiene
que decidir el Gobierno. Es la regla de juego para que las zonas francas
puedan resurgir.
Uruguay, que tiene un esquema muy
desarrollado de zonas francas, es sin embargo muy crítico del sistema
argentino. ¿Qué diferencia a unos y otros?
-En la Argentina
hoy las zonas francas sirven para almacenar mercadería que llega de
otros países cuando el importador no quiere ingresar la totalidad en un
mismo momento. Las usa para no tener que erogar el total de los derechos
de una sola vez. En función de lo que va necesitando, va sacando. No
está mal, financieramente produce un beneficio, que es uno de los puntos
que tiene la zona franca, pero no es lo único. Es un punto que lo
diferencia de un depósito fiscal que tiene muchísimo menos tiempo de
almacenamiento de la mercadería antes de ser ingresada al territorio
nacional. Hoy, la mayoría de las zonas francas cumplen con esa tarea de
almacenamiento, excepto La Pampa, que tiene un agregado a la legislación
nacional y puede hacer algún tipo de proceso productivo -creo que hoy
la zona franca de General Pico tiene alrededor de 300 empleados-. La
otra cuestión sería agregar algún tipo de proceso productivo que sólo se
exporte a terceros países. El tema es que ante una política nacional
tan errática como la que hemos tenido hasta ahora, ¿qué confiabilidad
puede tener un inversor para ingresar, hacer una infraestructura,
invertir en maquinaria y demás si luego se toman decisiones que dan por
tierra con esas cuestiones de comercio exterior?
Más allá de lo
que ha sido la política oficial a lo largo de estos años, la decisión
de conformar el Consejo muestra una postura proactiva del sector
privado.
-Exactamente. Estamos muy unidos para poder sacar una
legislación que modifique y aumente las posibilidades de generación de
empleo, inversión, y actividad dentro de las zonas francas porque
creemos que es un resorte económico importante para desarrollar la
economía. Es la primera vez que todos los concesionarios de las zonas
francas y los poderes ejecutivos a los que pertenecen se ponen de
acuerdo en conformar un consejo para compartir con el gobierno nacional
la visión sobre el sector y pelear para que puedan ser verdaderamente un
espacio productivo más en la Argentina.
Fuente: LaNacion.com.ar
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