El director de Comercio Exterior porteño planteó la estrategia para posicionar la industria de servicios.
Los servicios ya son el tercer complejo exportador de
la Argentina, con ventas por más de US$ 6000 millones, que en casi un
70% se concentran en la Ciudad de Buenos Aires, "que tiene todo para
convertirse en la capital de la innovación de América latina", señala
Agustín Kelly, director general de Comercio Exterior de la ciudad, cuyo
desvelo es "la internacionalización del talento" porteño, es decir, la
exportación de servicios basados en el conocimiento: profesionales,
diseño, audiovisuales y software.
¿Cómo definís la competitividad porteña en la exportación de servicios?
-Creatividad y flexibilidad, para empezar. Luego, ser un anticommodity hace que no estén atados a precios internacionales ni a mercados tradicionales que sean determinantes en la demanda.
¿Cuáles son los vectores de trabajo de la ciudad para apalancar el potencial de los servicios?
-Es
una estratégica de acompañamiento del emprendedor-exportador, basada en
5 ejes. Empezamos con lo inspiracional, mostrándole por qué debe pensar
globalmente y cómo se benefician los que exportan. Seguimos con la
capacitación en particular: no se trata de enseñarles a exportar un
servicio a Estados Unidos, sino de ser un proveedor de contenidos
audiovisuales en Los Ángeles, o sea, vamos bien a lo específico. El
tercer eje es el posicionamiento: queremos que Buenos Aires sea el hub
del talento para las industrias basadas en el conocimiento, desde
franquicias hasta software y publicidad, pasando por la gastronomía y la
moda y el diseño. El cuarto eje es Despega Talento: un pack de
promoción en misiones a la medida y consultoría estratégica antes y
durante un viaje de negocios, en el que les conseguimos al menos cinco
contrapartes y pagamos horas de oficina en el mercado elegido. El quinto
se llama Conecta Talento: consiste en armar y aprovechar la red de
argentinos en el exterior, como una expresión de economía colaborativa,
para que acompañen a los exportadores afuera. Israel adoptó este modelo
con la diáspora. En definitiva, administramos la plata de los
contribuyentes para facilitar el camino de los exportadores.
¿Cuál es el target de trabajo y qué metas identificaron en este proceso de internacionalización del talento porteño?
-Empezamos
un trabajo de relevamiento de cuántas empresas exportan servicios desde
la ciudad de Buenos Aires, qué exportan, por qué valor y qué
problemáticas tienen. Lo estamos haciendo con la consultora DNI
(Desarrollo de Negocios Internacionales, dirigida por Marcelo Elizondo) y
estará listo a fines de año. Sabemos que las exportaciones de servicios
crecen, en el mundo, más rápido que las de bienes, a un ritmo del 8 por
ciento anual. Y sabemos además que América latina participa muy poco,
apenas el 3%, pero es la que más potencial tiene. La estrategia es
convertir a Buenos Aires en la capital del talento.
Innovar, el común denominador
La
ciudad de Buenos Aires tiene un handicap ganador: su matriz exportadora
se compone en casi un 90% en servicios generados por recursos altamente
calificados y reconocidos en todo el continente y en Europa, valorados
además por su cultura cosmopolita, su dominio del inglés y una
creatividad y flexibilidad
únicas. Este compendio de ventajas
competitivas hace que la industria exportadora de los servicios basados
en el conocimiento no tenga límite en su potencial.
Andy Freire,
ministro de Modernización, Innovación y Tecnología, coordina las
sinergias de un verdadero laboratorio de ideas exportables, elaboradas
dentro de la Subsecretaría de Economía Creativa y Comercio Exterior.
"Uno
de los objetivos del Ministerio es convertir a la Ciudad en el eje
impulsor de innovación del país y en la capital de innovación de América
latina, es por eso que trabajamos sobre la internacionalización del
talento de la ciudad", señala Agustín Kelly, director de Comercio
Exterior porteño.
La innovación subyace en todas las tácticas que
hacen a la estrategia de internacionalizar Buenos Aires como capital del
talento regional: se innova en las acciones de promoción y en la
capacitación; se innova además en el cómo exportar, porque el requisito
previo es pasar de "pensar global" a "ser global", y el desafío es
investigar y descubrir cuáles son los eslabones de las cadenas globales
de valor que mejores posibilidades le ofrecen a la competitividad
porteña para desplegar todo su potencial.
"Las exportaciones de
servicios basados en el conocimiento tienen características comunes: el
talento es el insumo o activo, el foco es la creatividad", agrega Kelly.
"Creemos
en la inserción internacional más que en la promoción, que es a mediano
plazo, con trabajo constante y repetitivo. Nuestro lema es hacer que
las cosas pasen y eso en comercio exterior es transformar las
necesidades de las pymes en proyectos y planes para acompañarlos",
destaca el funcionario.
Fuente: LaNacion.com.ar
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