La virtualidad y movilidad permiten optimizar el seguimiento de un producto, mejorar el flujo de información y fortalecer la seguridad.
La movilidad y virtualización empresarial están entre
las prioridades de la mayoría de los responsables de tecnología en
cualquier segmento industrial. La actividad logística de la región, con
grandes distancias entre ciudades y particularidades geográficas, no
puede ni debe desatender esta tendencia. Especialmente, en un territorio
marcado por condiciones deficientes en infraestructura y conectividad,
donde los operadores logísticos deben recurrir a las más ingeniosas
estrategias para adaptarse y entregar las cargas con la certeza de que
una interrupción en la continuidad del servicio resultará fatal para el
negocio.
El acceso a las aplicaciones, archivos o sistemas de
comunicación y colaboración en el trabajo, se volvió clave para el éxito
de cualquier actividad. Y ahí, precisamente, es cuando se requiere de
tecnologías de virtualización y movilidad que permitan optimizar el
seguimiento del producto, mejorar el flujo de información desde
cualquier dispositivo y fortalecer la seguridad.
"Las
organizaciones se encuentran ante un trabajador moderno que impulsa
cambios en la fuerza laboral y transforma no sólo la operación sino el
negocio entero", reflexiona desde la oficina de Miami, Juan Manuel
Gómez, gerente de Ventas para Sudamérica de Citrix, proveedores de
servicios y espacios de trabajo virtuales y móviles.
Pero
si bien el potencial de transformación del negocio a través de la
movilidad es enorme, algunas industrias todavía tienen dificultades para
centrarse en la dinámica.
Las actividades logísticas conforman un
sistema bastante complejo, por lo que las empresas invierten en
tecnologías que permitan, por ejemplo, optimizar el seguimiento de las
cargas o mejorar la circulación de datos sin interrupciones entre sus
empleados, en distintas condiciones y por múltiples dispositivos.
Transportar y almacenar grandes volúmenes de mercaderías por medios
terrestres, marítimos o aéreos de manera segura y eficiente, requiere de
infraestructura física pero también de un diseño de virtualización
adaptado a los requerimientos del cliente, en todo lugar y momento,
mediante cualquier dispositivo con conectividad a internet. En la
actualidad, la comunicación y conectividad es posible casi desde
cualquier lugar, por lo que "el desafío consiste en descubrir cómo cada
uno puede explotar la productividad de su empresa con un dispositivo,
desde una ubicación remota cualquiera", sostiene Gómez.
Impacto en la actividad
¿Y
qué significa esto para la logística? Por definición, es una actividad
que se sustenta en la amplia cobertura de servicios, la capilaridad de
sus instalaciones y redes de distribución muy amplias, incluso hasta
lugares muy alejados. "Todo esto requiere, primero, de sistemas que
permitan hacer una buena trazabilidad del proceso y, segundo, la
posibilidad de conectividad en cualquier sitio con el dispositivo más
idóneo para la ocasión", explica. Lo mismo se puede decir para otros
modos de transporte. En cargas que viajan por barco o para el control de
pasajeros al abordar un avión; con la movilidad y la virtualización de
actividades los empleados pueden pasar de manera remota desde el control
de bodega de un camión al picking de un depósito. "Se brinda una
experiencia de trabajo más cómoda, a la vez que aumenta la productividad
y mejora la colaboración", asegura Gómez.
Lo cierto es que en una
cadena de operaciones logísticas que a veces comienza en un país y
termina al otro lado del mundo, esta modalidad de trabajo genera mejoras
en el flujo de información que impactan en la eficiencia global de la
gestión de la compañía.
Según los datos de Citrix, Latinoamérica
vivió una transformación en los últimos 3 años. Este modelo de movilidad
y virtualización permitió mayor flexibilización en los procesos de
adquisición de tecnología, dejando atrás el modelo por el cual estos
desarrollos se apreciaban primero en las grandes compañías para luego ir
permeando lentamente en medianas o pequeñas empresas. Sin embargo, pese
a que todavía el concepto resulta extraño por estas tierras -en
especial en el sector logístico-, los especialistas afirman que llegará
para quedarse, al igual que otros cambios como consecuencia del rápido
avance de la tecnología.
Por eso, para los más innovadores, Juan
Manuel Gómez recomienda que "prueben el concepto poco a poco para
prepararse y tomar confianza en su aplicación; pero sobre todo, para
descubrir cómo pueden aprovecharlos en beneficio de las particularidades
de sus servicios". Y agrega, "evalúen siempre de qué manera conviene
invertir en tecnología dentro de su modelo de negocios, porque siempre
se puede recurrir a formatos de financiamiento más amigables que no
tengan un costo de adquisición elevado que exceda las expectativas de
inversión de la compañía".
En definitiva, sacarle provecho a estas
herramientas dependerá en gran medida de la habilidad de la compañía
para identificar las particularidades de cada operación. Como pasa a
veces en la logística, puntualiza Gómez, "es el costo de la oportunidad
lo que no se tienen que perder".
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