jueves, 23 de marzo de 2017

El acuerdo de facilitación de la OMC: todo sea por escapar del eterno y costoso laberinto burocrático

La necesidad de un compromiso público-privado para mantener un entorno facilitador.

Aquel que tiene que realizar algún trámite administrativo que implica dirigirse a una oficina pública (aunque el sector privado tampoco está exento de esta situación) sabe que eso puede implicar largas horas de espera y varias visitas posteriores hasta poder lograr el éxito de la operación. Nadie ignora que existe una excesiva burocratización en los circuitos administrativos. No por nada aquel famoso personaje de Antonio Gasalla que pronunciaba la frase "¡Se van para atrás!" sigue tan vigente. La operatoria del comercio exterior no escapa de ese mal, que también se expande al comercio mundial.
La semana pasada, durante el seminario de capacitación organizado por la Cámara de Exportadores (CERA), Ezequiel Guicovsky Lizarraga, experto del Centro de Comercio Internacional (ITC, por sus siglas en inglés), explicó las responsabilidades que implicará para los países miembros de la OMC la puesta en marcha del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) y los beneficios y ventajas de éste para aumentar la competitividad de las exportaciones.
La segunda jornada del encuentro estuvo orientada a conocer las causas más comunes de las ineficiencias en los pasos de fronteras, las medidas para combatirlas en el marco del AFC y el rol que podría cumplir el sector privado en la implementación a partir de la participación activa en el Comité Nacional de Facilitación del Comercio, previsto en el acuerdo.
El AFC surge para contrarrestar la tendencia a la baja del comercio mundial, la necesidad de bajar los costos de las operaciones e impulsar y profundizar el intercambio entre los países a partir de la generación de una mayor fluidez y agilización en el despacho de las mercancías en las fronteras.

Ineficiencias

Entre las ineficiencias más destacadas del comercio mundial figuran aquellas relacionadas con lo engorroso de los procedimientos regulatorios y operativos, la solicitud de documentación excesiva y en forma repetitiva, las inspecciones innecesarias, la discrecionalidad en relación con la interpretación de las normas y las fallas de coordinación de los organismos que intervienen en frontera, entre otras.
Esta problemática genera costos innecesarios y tiempos muertos que se traducen directamente en la imposibilidad para muchas empresas -especialmente las pymes- de pensar en internacionalizarse, ya que no cuentan con un departamento de comercio exterior que pueda realizar un seguimiento y sortear las eventuales dificultades.
Estas ineficiencias se deben a múltiples factores. Y donde se debería focalizar en buscar una mayor facilitación del comercio con un control eficiente y en su justa medida termina primando una mentalidad de control, existente tanto en las normativas como en los funcionarios que las interpretan, que terminan obstaculizando las operaciones de comercio exterior, que por la propia dinámica requieren mayor flexibilidad y cierta razonabilidad.
Asimismo, existen formalidades que no han sido revisadas en muchos años y que probablemente hoy no tengan sentido alguno, como también la falta de utilización de procesos automatizados o implementación de tecnologías que podrían brindar una gran agilidad a los procesos aduaneros.
El AFC ofrece mecanismos para reducir la duración y los costos de los procedimientos aduaneros y combatir las ineficiencias transfronterizas, lo que para los países miembros implicará revisar sus procedimientos, limitar el cobro de los servicios realmente prestados, bajar los tiempos de gestión aduanera, minimizar las solicitudes de formularios y documentación, cooperar entre los organismos de frontera y realizar inspecciones más eficaces.
Ahora bien, tanto el sector público como el privado son responsables de que exista y se mantenga un entorno facilitador del comercio. Para ello, es necesario generar un ciclo de eficiencia que erradique la mentalidad de control y permita pasar a una mentalidad de facilitación, en la que el sector privado se comprometa a cumplir la ley frente a los nuevos procedimientos, reemplazando viejas prácticas y comportamientos.
En línea con esto, se realizaron una serie de recomendaciones para las empresas que girarán en torno de "poner en orden los propios sistemas", como mantener registros de las presentaciones que prueben la exactitud de las declaraciones en pos de forjar la confianza, presentar las declaraciones en forma precisa y completa, trabajar con proveedores de servicios respetables y competentes, y automatizar procesos internos, entre otros.
Por otro lado, en el marco de la conformación del Comité Nacional Facilitador del Comercio, se pretende la participación activa del empresariado dando la oportunidad de formular observaciones sobre la introducción o la modificación de propuestas de leyes y reglamentos de aplicación general relativos al comercio.
Sería deseable que la comunidad empresarial actuase en forma conjunta y que se organice como una sola voz. Sustentar su posición y lograr ser escuchados para implementar las reformas tendientes a facilitar el comercio es el desafío que se viene, se dijo.

Algunas de las propuestas

El ACF de la OMC contempla, entre otras cuestiones:
Disciplinas sobre derechos y cargas. Limitar el cobro a los costos de los servicios vinculados con la tramitación aduanera efectivamente prestados y en relación con las sanciones que sean acordes con los hechos y proporcionales a la gravedad de la infracción.
Tramitación previa a la llegada. Generar mecanismos que permitan la presentación anticipada de documentación.
Pago electrónico. Que exista esa opción para el pago de los derechos, impuestos, tasas y cargas.
Gestión del riesgo. Evitar discriminaciones arbitrarias o injustificables, focalizar controles y recursos en los envíos de alto riesgo y agilizar el despacho de cargamentos de bajo riesgo.
Cooperación entre organismos que intervienen en la frontera. Que los organismos como la aduana, autoridades sanitarias y seguridad alimentaria trabajen juntos, así como aquellos países que tengan una frontera común.
Reducir la complejidad de los procedimientos, minimizar la documentación.
Ventanilla única. Conformar un punto único de entrada de documentación.

Fuente: LaNacion.com.ar

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nuestro Servicio Multimodal