Una nota publicada en este suplemento, el lunes 9 de enero (“Otra herencia: un conflicto diplomático con Paraguay”) fue base de una denuncia penal que radicó el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Jorge Metz, por administración fraudulenta y abuso de autoridad
durante la gestión de su predecesor, Horacio Tettamanti (que encabeza una de las 6 listas a concejales del espacio de Cristina Kirchner para Mar del Plata).
En 2014, las autoridades de Vías Navegables argentinas firmaron un
convenio con la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP)
paraguaya para dragar aguas comunes. La Argentina pondría equipos y
personal técnico. Paraguay pagaría combustibles e insumos. Hasta ahí,
nada lejano a los usos y costumbres.
Pero desde ahí precisamente, se sucedieron irregularidades y desprolijidades de proporciones diplomáticas.
En primer lugar, el convenio nunca fue ratificado por las autoridades.
Se firmó “ad referéndum”. Pese a ello, un funcionario de la
Subsecretaría (Pablo Benítez, a cargo del Distrito Paraná Superior)
firmó con facultades delegadas de la Subsecretaría una addenda al
convenio con los empresarios paraguayos de la Cámara de Armadores
Fluviales y Marítimos (Cafym) que establecía el cronograma de adelantos y
obras.
Cafym realizó los pagos. En efectivo. Benítez recibió “en
mano” un total de US$ 245.000 de anticipos, “que nunca ingresaron a las
arcas del Estado”, según consigna Metz en la denuncia, y tal como anticipó TRADE en enero pasado.
En segundo lugar, la Argentina nunca dragó: a pesar
de haber recibido los fondos, desde la Subsecretaría se daban respuestas
dilatorias (como la falta de autorización de Prefectura para zarpar),
cuando en rigor, carecía de ratificación el convenio. La Argentina
incumplió la addenda, pero los fondos se aplicaron: en épocas del “dólar
blue” se cancelaron en “pesos” numerosos servicios. Sin licitación. Sin
rendir cuentas.
En tercer lugar, resulta llamativo cómo desde Paraguay los
empresarios pagaron, en efectivo, aún sabiendo que el acuerdo carecía de
la refrenda oficial. Al margen de la buena fe y los usos y costumbres,
no deja de ser inquietante la ligereza con que transcurrió el episodio.
Todo terminó, en última instancia, con el pedido de intervención a las
autoridades y un reclamo planteado por la cancillería paraguaya a la
Argentina.
Benítez dependía del director Nacional de Vías Navegables, Aníbal
Díaz quien, a su vez, dependía de Tettamanti. Según Metz, ningún
expediente en la Subsecretaría da cuenta del convenio.
Macri hereda un desmanejo administrativo kirchnerista, con serios
visos de corrupción. La denuncia, no obstante, se radicó un año después
de la última protesta paraguaya oficial, en julio de 2016. El caso está en el juzgado federal n° 2, a cargo de Sebastián Ramos.
Fuente: trade-radio.fm
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