El triunfo de Trump cambió el foco del encuentro que se hará a fin de año, en Buenos Aires; ahora lo que se discute es la viabilidad misma del sistema comercial tal como lo conocemos; el futuro del multilateralismo, en juego.
Nuestro país asumió el reto de organizar la 11»
Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC)
entre el 11 y el 14 de diciembre próximo. Con la elección de Donald
Trump, lo que se presentaba como una reunión para lograr mejoras
incrementales en el sistema de comercio global se convierte en un
encuentro donde se discutirá la viabilidad misma de este sistema.
La
administración Macri creyó valioso organizar la MC11 en Buenos Aires,
al considerarla un importante "símbolo de participación" en los debates
globales. Esta reunión bienal es la instancia más importante en cuanto a
la toma de decisiones en este organismo, que regula el comercio
internacional. Sin embargo, la OMC viene enfrentando serios desafíos, ya
que no ha podido avanzar en la llamada Ronda de Doha, que debía ser la
ronda del desarrollo. Así, no ha progresado en los temas de interés para
los países en vías de desarrollo, como la agricultura y los alimentos,
donde países como la Argentina tienen las mayores ventajas competitivas.
Los desafíos de Trump
En efecto, tanto EE.UU. como la Unión Europea implementaron escasas
reducciones de subsidios a la producción y a la protección de sus
mercados. Por otro lado, luego de las reuniones ministeriales de Bali
(2013) y Nairobi (2015), se logró consensuar un sistema de facilitación
de comercio que fue aprobado oficialmente por más de 2/3 de sus 164
miembros y entró en vigor en febrero. Pero las declaraciones y las
acciones de Trump ya están desafiando las bases del sistema de la OMC.
Así,
promulgó un par de decretos que levantan grandes resistencias a nivel
internacional. Se responsabiliza a ciertos países y productos de ser los
causantes del déficit comercial norteamericano de US$ 502.000 millones
de dólares. Entre estos países se ubica principalmente a China, Alemania
y Japón, pero también a Canadá, México, Francia e Italia.
Entre
los sectores productivos se mencionan el acero, la química, la
agricultura y las maquinarias. Se da a entender que estos países no
jugaron limpio con EE.UU. y se objetan las reglas de la OMC, que deben
ser "corregidas".
En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, reaccionó contra la aplicación de medidas antidumpingcontra
dos acereras alemanas al afirmar que "el gobierno de EE.UU. envía la
señal de que está preparado para defender a las empresas
norteamericanas, aun yendo en contra del derecho internacional. Eso es
proteccionismo".
Para algunos observadores internacionales, una de
las consecuencias de la llegada de Trump -el colapso de los
megaacuerdos regionales como el Tratado Transpacífico y el Tratado
Transatlántico para el Comercio y la Inversión- obliga a la comunidad
internacional a reenfocarse en la OMC, dando una oportunidad para
repensar esta institución.
Debilitamiento
Después de
llegar a su apogeo en 2000, la OMC empezó a verse debilitada por una
serie de acuerdos bilaterales, regionales y megarregionales que
amenazaron con marginalizarla. Pero desaparecidos los megaacuerdos
varios países pueden verse forzados a priorizar la OMC y a pensar en
cómo abordar lo que Félix Peña denomina sus insuficiencias.
Algunos
pueden bregar por enterrar la Ronda de Doha. Por su lado, Arvind
Subramanian, principal asesor económico del presidente indio, Narendra
Modi, cree que hay que aprovechar este momento para promover el
renacimiento de la OMC. También afirma que una posición proteccionista
de EE.UU. puede fortalecer la OMC. Si Trump implementa mecanismos que
penalizan las importaciones según su origen, los países afectados
recurrirán al efectivo sistema de resolución de disputas de la OMC. De
esta manera, la OMC puede convertirse en el lugar donde se controlan y
regulan las acciones comerciales de EE.UU.
Así, Subramanian
considera que el multilateralismo puede, además de asegurar el ascenso
pacífico de nuevas potencias, administrar el descenso de las potencias
en declive.
La Cancillería ya está dando prioridad a este tema, y
el respectivo proceso de discusiones y negociaciones ya comenzó en
marzo, en Ginebra.
Según el secretario de Relaciones Económicas
Internacionales, Horacio Reyser, la agenda para la MC11 también podría
incluir los subsidios a la pesca, el e-commerce y la
participación de las pymes en el comercio global. Éstos son temas que
pertenecen la agenda de la OMC en Ginebra. Para finalizar, el tema
comercial está tomando relevancia dentro del Grupo de los 20 (G20), que
la Argentina liderará en 2018. Así, el sherpa brasileño para el G20
sugirió en Buenos Aires que la Argentina introduzca el comercio agrícola
en la agenda de 2018. Si esto ocurre, la ministerial de la OMC no será
sólo una puesta a punto de tipo organizacional para el G20 del año
próximo, sino también un suculento aperitivo desde el punto de vista
temático.
Fuente:LaNacion.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario