lunes, 17 de septiembre de 2018

Monopolio desactivado (por ahora)




Durante los últimos días de agosto hubo acuerdo entre los dos grupos extranjeros y se desactivó una crisis en el puerto de Buenos Aires.
El grupo MAERSK debió retroceder en sus intenciones de tomar casi de manera monopólica las actividades del puerto de Buenos Aires. Los daneses  que tienen a cargo la concesión de la Terminal 4 junto a Hamburg Sud y APM Terminals, retrotraerá sus operaciones a los volúmenes que negociaba en mayo pasado. Lo hizo, tras un reclamo casi generalizado entre las concesionarias de las otras terminales, los sindicatos que agrupan a los trabajadores y la Administración General de Puertos (AGP).

Antecedentes de la crisis:
El grupo europeo fue acusado en julio de este año por uno de sus competidores de posición dominante luego de que en el 2016 fusionó sus actividades globales con Hamburg Sud y comenzó a derivar todos los buques de esa naviera a la zona del puerto porteño que ambos operan. Según la denuncia, la Terminal 4 fue favorecida por un crecimiento del volumen de carga operado en desmedro de otras empresas. El caso más paradigmático es el de Terminales Río de la Plata (TRP), a cargo de las áreas 1, 2 y 3 del Puerto Nuevo que en los últimos dos años resignó en un 50% su actividad.
Esta sociedad, en la que participan Dubai Ports Word, un holding estatal de Emiratos Árabes, y el grupo local propiedad de Alfredo Román, pidió ante el Ministerio de Trabajo la apertura de un procedimiento preventivo de crisis (PPC) al sostener que la caída de su actividad no le permitía mantener su estructura actual de negocios. El objetivo era despedir a la mitad de sus 800 trabajadores abonando el 50% de la indemnización y comenzar un proceso de desinversión hasta el año próximo, cuando le vence la concesión al igual que al resto de las terminales.
TRP también había acusado a Maersk ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) a través de un documento en el que describía la existencia de una “posición dominante y de abuso de la misma derivada de una concentración económica reciente que tiene por objeto, precisamente, restringir y distorsionar la competencia en ese mercado con afectación al interés general”.

Resolución del Conflicto:
Tras varias reuniones en el Ministerio de Trabajo, se llegó a un acuerdo que asegura la paz social en el puerto porteño y vuelve atrás el poder ganado por Maersk en estos meses.
El acta del acuerdo fue publicada por el consejo directivo de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), y asegura que “las empresas involucradas en el conflicto de Puerto Nuevo han depuesto su actitud”.
Luego de más de 50 días de conflicto, TRP (DP World) desistió del procedimiento preventivo de crisis y dejó sin efecto el despido de personal. En tanto, el grupo Maersk dio marcha atrás con su posición dominante.
El convenio también permite la recomposición salarial negociada en las paritas del julio pasado para todos los trabajadores permanentes y tercerizados del puerto porteño.
El interrogante a futuro
A partir de este escenario de calma, el Gobierno volverá a impulsar el proceso de relicitación de las terminales previsto para mediados del año próximo, con el objetivo de que los nuevos concesionarios desembarquen en el 2020. Una de las propuestas, es la de entregar el puerto a un solo concesionario. De hecho, Maersk es casi un número fijo

Maersk: el Gigante Danés:
- Líderes mundiales con clientes a través de 374 oficinas en 116 países.
- Emplea 7.000 pasajeros de mar y 25.000 personas de tierra.
- Tiene operaciones más de 786 embarcaciones y tiene una capacidad de 4,1 millones de TEU,

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