El comercio electrónico fue uno de los temas principales de
la reciente cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), celebrada en
Buenos Aires, cuya estrella central fue el fundador del portal chino Alibaba,
Jack Ma. Aunque el evento no alcanzó resultados en cuanto a nuevos acuerdos,
mostró la importancia que esta modalidad de intercambio ha adquirido en el
comercio internacional.
En la Argentina, las compras al exterior por Internet ya se ganaron un lugar en la discusión sobre políticas públicas durante la época de restricciones . En Estados Unidos el e-commerce también genera polémica. En su campaña presidencial, Donald Trump acusó de prácticas monopólicas a Amazon, que concentra el 30% del e-commerce del país, y en agosto pasado escribió un tuit acusando a esa firma de no pagar impuestos y causar un gran daño a los minoristas tradicionales. En la conferencia ministerial de Buenos Aires, ese tuit fue citado por el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo Villarreal, para incomodar al negociador de Estados Unidos que hacía campaña por la liberalización del comercio electrónico.
El e-commerce hoy es uno de los fenómenos que más expectativa genera, sobre todo por la posibilidad que ofrece a pequeños productores de cerrar ventas con clientes de todo el mundo, sin necesidad de pasar por intermediarios ni tener que atender pedidos al límite de su capacidad.
Los países sudamericanos han ido adoptando progresivamente el sistema denominado Exporta Fácil, nacido en Brasil en 1999. En Perú, que acaba de cumplir 10 años desde su implementación, esta operatoria fue utilizada por más de 5000 exportadores. Más allá de los negocios que se canalicen por esta vía, estos regímenes son muchas veces las primeras experiencias internacionales de las pymes. Lo ideal es que las microempresas que empiezan vendiendo de esta forma gradualmente se vayan transformando en usuarios del régimen general de exportación.
En la Argentina, las compras al exterior por Internet ya se ganaron un lugar en la discusión sobre políticas públicas durante la época de restricciones . En Estados Unidos el e-commerce también genera polémica. En su campaña presidencial, Donald Trump acusó de prácticas monopólicas a Amazon, que concentra el 30% del e-commerce del país, y en agosto pasado escribió un tuit acusando a esa firma de no pagar impuestos y causar un gran daño a los minoristas tradicionales. En la conferencia ministerial de Buenos Aires, ese tuit fue citado por el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo Villarreal, para incomodar al negociador de Estados Unidos que hacía campaña por la liberalización del comercio electrónico.
El e-commerce hoy es uno de los fenómenos que más expectativa genera, sobre todo por la posibilidad que ofrece a pequeños productores de cerrar ventas con clientes de todo el mundo, sin necesidad de pasar por intermediarios ni tener que atender pedidos al límite de su capacidad.
Los países sudamericanos han ido adoptando progresivamente el sistema denominado Exporta Fácil, nacido en Brasil en 1999. En Perú, que acaba de cumplir 10 años desde su implementación, esta operatoria fue utilizada por más de 5000 exportadores. Más allá de los negocios que se canalicen por esta vía, estos regímenes son muchas veces las primeras experiencias internacionales de las pymes. Lo ideal es que las microempresas que empiezan vendiendo de esta forma gradualmente se vayan transformando en usuarios del régimen general de exportación.
Este sistema comenzó a ser estudiado en la Argentina por el
gobierno anterior, a pedido del empresariado y finalmente se puso en marcha a
principios de este mes como Exporta Simple, completando un marcado interés por
la facilitación del comercio internacional.
La recepción por parte de los usuarios ha sido muy positiva:
"Los simulacros salieron todos bien, es una herramienta ágil y
sencilla", informa Andrea Zinik, secretaria adjunta de Comercio Exterior
de la Federación de Comercio e Industria de la ciudad (Fecoba), quien coordinó
ensayos antes del lanzamiento oficial del régimen.
Un aspecto que aún necesita mejorarse es el costo de los
envíos, que según distintos usuarios, aún no ofrece una mejora sensible
respecto de las tarifas ofrecidas por afuera de la plataforma Exporta Simple, y
en muchos casos resultan prohibitivas e incluso ridículas. A modo de ejemplo,
un pedido para enviar indumentaria a Chile por 15 kilos y menos de 1 metro
cúbico fue cotizado en Exporta Simple entre US$ 1200 y US$ 1500; mientras que
un pasaje ida y vuelta en clase ejecutiva cuesta menos de US$ 900.Aunque en
otros países el régimen aduanero Exporta Fácil va acompañado de tarifas
especiales del correo estatal respectivo, en la Argentina el sistema Exporta
Simple no ofrece la posibilidad de enviar los paquetes por el Correo Argentino,
aunque en el Ministerio de Producción confían en poder sumarlo pronto.
Mientras ello no ocurra, sólo están habilitadas para
transportar estas mercancías las empresas de courier clasificadas como CUSE. Se
trata de una categoría establecida por la Aduana que plantea una fuerte
exigencia financiera. Inicialmente sólo lo cumplían las cuatro multinacionales
líderes del rubro, pero luego se sumó una empresa nacional.
"En un principio uno de los requisitos para ser
designado operador del nuevo régimen era tener que depositar dos millones de
dólares en garantía, tema que se logró flexibilizar meses después con una
caución, así es que semanas atrás la Aduana nos comunicó que ya podemos operar
con el régimen Exporta Simple", dice Ernesto Nogues, presidente de
Raiconet, el único operador argentino incluido en el sistema, que promete
aportar mayor competencia a la plataforma.
Es que cuando se aborda la cuestión del precio, vuelve a
aparecer el famoso "costo argentino": "Nuestro estudio encontró
que el costo interno representa hasta un 50% del costo total del flete puerta a
puerta", explica Nogues; "como el 70% de nuestra estructura operativa
está dedicada a servicios de importación, dado que la exportación es su
logística inversa, la importación subsidiará a la exportación de forma tal que
los altos costos de logística interna de la Argentina desde el domicilio del
cliente hasta Ezeiza no impacten directamente sobre el precio final".
Por otro lado, los exportadores frecuentes como Easy Trade
Group pueden acceder a tarifarios especiales por la cantidad de operaciones;
mientras otros lo consiguen agrupándose sectorialmente, por ejemplo en la
Cámara del Libro, que ofrece a sus socios acuerdos con los principales
couriers.
Para aquellos que recién comienzan a vender por Internet, sin embargo, el primer desafío no es el costo del flete, sino sostener una operatoria eficaz para la tienda online, lo que para muchas pymes puede demandar un cambio cultural: "Los mails deben quedar todos respondidos durante el día e intentamos también responder razonablemente durante los fines de semana", dice José Tormakh, de FabricadeFotolibros.com, que exporta con frecuencia a Uruguay. "Nosotros tenemos un tiempo promedio de respuesta de mails de dos horas. Yo diría que es muy importante también tener una línea telefónica para atención, máxime cuando se trate de productos novedosos ya que como la gente no los conoce totalmente, surgen muchas mas dudas y consultas".
Para aquellos que recién comienzan a vender por Internet, sin embargo, el primer desafío no es el costo del flete, sino sostener una operatoria eficaz para la tienda online, lo que para muchas pymes puede demandar un cambio cultural: "Los mails deben quedar todos respondidos durante el día e intentamos también responder razonablemente durante los fines de semana", dice José Tormakh, de FabricadeFotolibros.com, que exporta con frecuencia a Uruguay. "Nosotros tenemos un tiempo promedio de respuesta de mails de dos horas. Yo diría que es muy importante también tener una línea telefónica para atención, máxime cuando se trate de productos novedosos ya que como la gente no los conoce totalmente, surgen muchas mas dudas y consultas".
Otro factor clave es contar con un presupuesto para invertir
periódicamente en el diseño del sitio, identificando para ello las
oportunidades de mejora, sobre la base de los errores que se manifiestan o las
consultas más repetidas de los usuarios.
Y, finalmente, hay que invertir para mejorar las chances de
que el sitio sea encontrado en los motores de búsqueda, y en publicidad online,
como AdWords. Esto también debe realizarse sobre la base de una investigación
previa para detectar cuáles son las palabras afines al rubro más buscadas por
el público. "Lo hacía yo en los inicios -cuenta Tormakh-, pero Adwords se
fue complejizando con el tiempo y realmente requiere dedicarle tiempo; hoy
tengo una persona especializada para manejar los avisos y las campañas, con la
que tenemos reuniones mensuales de coordinación para ajustar objetivos y
modificaciones. Yo sugeriría meterse uno mismo para entender bien cómo funciona
el proceso de Adwords, pero definitivamente, hay que tener a alguien
especializado", recomienda el fundador de FabricadeFotolibros.Com.
En el mismo sentido opina Altamirano, de Easy Trade Group:
"Antes íbamos a ferias internacionales pero dejamos de hacerlo para
invertirlo todo en lo virtual porque entendemos que con marketing digital se
puede llegar a países menos tradicionales, pero más que interesantes en precio
y oportunidades", señala. Su empresa exporta a países como Noruega,
Singapur, Nepal, Estonia, Hong Kong, Emiratos Árabes, Croacia y Serbia.
"Las oportunidades que hay con marketing digital para exportaciones son
infinitas".
Pero para explotar esas oportunidades es necesario que todos
esos esfuerzos estén encuadrados en una estrategia, advierte Andrea Zinik:
"Internet y Exporta Simple son nada más que herramientas; que nadie piense
que todo depende del courier, que sólo está prestando un servicio; hay que
tener en claro un plan atrás que proyecte, si quieren aumentar las ventas, en
qué porcentaje, o sea, para qué van a utilizar las herramientas".
Más allá de lo instrumental, los distintos actores rescatan
la importancia de que la promoción de la exportación sea una política de Estado
con bajada de línea desde el más alto nivel, a partir de la cual se están
alineando los distintos organismos, como sintetiza el presidente de Raiconet: "Lo
más positivo de Exporta Simple es que funcionarios del Ministerio, Aduana y
privados conformamos un equipo en pos de cumplir un objetivo: hacer de esto una
herramienta exitosa, facilitadora del Exporte Argentino".
Fuente: Alejandro Vicchi / LA NACION
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